Los tabĂșes y su funciĂłn de liderazgo
Usted sabe que hay ciertos temas en el trabajo que por su carga emotiva no pueden abordarse. Sin embargo, evitarlos tiene un costo. Los lĂderes deben considerar cada factor que afecta a sus organizaciones. Las convenciones, las modas, la correcciĂłn polĂtica y la inercia cultural no son razones de peso suficiente como para mantener un tema al margen de la discusiĂłn. Si bien puede no resultar fĂĄcil, tratar los 10 temas mĂĄs candentes con apertura y sensibilidad deberĂa poder echar luz a sus tabĂșes corporativos sin causar demasiado daño. Por cierto, el pasado es un acervo de gran enseñanza para cualquier empresa; las tradiciones corporativas suelen desarrollarse en vista de que determinados comportamientos resultaron ser beneficiosos. Pero los tiempos cambian. Lo que funcionĂł alguna vez puede no funcionar ahora.
âLos tabĂșes no son ni buenos ni malos en sĂ mismos. Algunos persiguen un propĂłsito legĂtimo ya que actĂșan como freno o censura social de un comportamiento inaceptable."
No permita que una reverencia fuera de lugar obstruya sus oportunidades. Como ejecutivo, legitimarĂĄ su posiciĂłn si muestra respeto por el legado y la cultura de su organizaciĂłn y luego se aboca a su trabajo real: ActĂșe como lĂder, no como guardiĂĄn. Si bien a algunas tradiciones no les ha llegado la hora de extinguirse, los lĂderes deben poder analizarlas con libertad, estudiar sus costos y beneficios y tomar decisiones informadas para continuar con el mismo curso de acciĂłn o moverse en nuevas direcciones rompiendo con los tabĂșes. A menudo, incluso el hecho de analizar si en su empresa hay o no tabĂșes ây en todas sucedeâ es de por sĂ un tabĂș. Las otras ĂĄreas intocables son los tabĂșes sobre la persuasiĂłn, la posiciĂłn y el lĂder como persona. Los 10 âtabĂșes del liderazgoâ son:
1. Nadie sabe con certeza lo que requiere el liderazgo
Cuando las personas enumeran las cualidades del liderazgo por lo general incluyen la energĂa, el coraje, la habilidad y la simple determinaciĂłn o voluntad. Como lĂder, usted debe poder lograr que los otros se inclinen hacia sus deseos o, mejor aĂșn, inspirarlos a que sigan su visiĂłn. Gran parte de su Ă©xito dependerĂĄ de que pueda lograr que su equipo se libere de un pasado muerto y salga a buscar un futuro de vida. Los principios de un liderazgo sĂłlido pueden servir de base, pero en realidad nadie ha podido definir al liderazgo. Liderar es una tarea desordenada, al igual que la vida real.
2. âEl carisma no deberĂa influir (pero influye)â
Cualquiera en un entorno corporativo desea creer que el ascenso depende del mĂ©rito y de los logros, y no de la apariencia o del magnetismo personal. Las personas a menudo elogian a un lĂder atractivo y carismĂĄtico por todas sus otras cualidades, y hacen de cuenta que la personalidad (y su buena presencia o belleza) no son parte de su Ă©xito. No todos los lĂderes son carismĂĄticos o atractivos pero, como se ha comprobado, la gran mayorĂa de los directores ejecutivos de las empresas Fortune 500 tienen una altura mayor al promedio y tienen buena presencia, a juzgar por los demĂĄs. TambiĂ©n vale la pena analizar si acaso no es su poder el que hace que las personas los vean con mejor apariencia que la que reflejarĂan en ausencia de ese poder. De hecho, los lĂderes poseen cualidades especiales y el carisma es una de ellas. Muchas historias de vida de lĂderes contienen un cierto misterio, y los lĂderes que carecen de carisma pueden crear una mĂstica como sustituto de ella. Bill Gates provoca grandes reacciones dondequiera que vaya, aunque la mayorĂa de las personas no lo consideran precisamente guapo. Pero la visiĂłn de Gates, su riqueza y su impacto transformador tienen un atractivo propio. La realidad es que si dos personas con iguales cualidades compiten por un puesto, el candidato mĂĄs atractivo y mĂĄs encantador tiene una ventaja adicional.
3. âLos lĂderes verdaderos no juegan a hacer polĂticaâ
Todos en el mundo laboral deben aceptar el tabĂș segĂșn el cual la polĂtica de oficina siempre es negativa y las personas buenas no deberĂan participar en ella. Sin embargo, la polĂtica de oficina y la astucia pueden alertar a un lĂder sagaz acerca de problemas que se estĂ©n gestando en el lugar de trabajo. Puede suceder que las personas estĂ©n insatisfechas con su trabajo, no tengan mucho para hacer o haber perdido la fe en las metas de la empresa. Un lĂder con un oĂdo atento puede analizar el flujo de informaciĂłn polĂtica, realizar un diagnĂłstico preciso y poner las cosas en orden.
4. âLas mujeres son mejores lĂderesâ (cuando quieren liderar)
NingĂșn tabĂș es tan controvertido como el debate sobre las mujeres y el liderazgo. El Presidente de la Universidad de Harvard, Larry Summers, se vio forzado a renunciar a su puesto por sugerir que existĂan diferencias naturales entre las capacidades de los hombres y de las mujeres para la matemĂĄtica y la ciencia.
âOtros tabĂșes nos impiden comprender los asuntos importantes y deben ser expuestos.â
Tanto los hombres como las mujeres son lĂderes eficaces. El secreto tabĂș es que los cargos de mayor jerarquĂa requieren de cierta competitividad feroz, ambiciĂłn ciega y dedicaciĂłn absoluta de vida que lleva a muchas personas, incluidas muchas mujeres, a elegir otros caminos. Ayudar a los hijos con la tarea puede ser mucho mĂĄs gratificante para usted que pasarse 80 horas por semana en un trabajo. Esto es igual de cierto en el caso de la mayorĂa de los hombres y de la mayorĂa de las mujeres, pero la sociedad contemporĂĄnea todavĂa le asigna a las mujeres una responsabilidad mayor por la crianza de los hijos. Nadie ha podido resolver este controvertido tema, y quizĂĄs usted tampoco pueda. Sin embargo, su lugar de trabajo serĂĄ mĂĄs sano si los hombres y las mujeres pueden hablar abiertamente sobre sus cuestiones de gĂ©nero.
5. âLa doble moral es para los cavernĂcolas (y la oficina mĂĄs grande de la empresa)â
La mayorĂa de los empleados espera que las polĂticas y las normas de la empresa se apliquen a todos por igual. Cuando alguien usa sus influencias para obtener una gratificaciĂłn especial, esto suscita celos, resentimiento y se pierde el respeto por las normas. Sin embargo, los ejecutivos deben buscar el equilibrio entre el costo de permitir la doble moral y el costo de perder a un empleado clave que rinde mucho mĂĄs que el promedio y puede merecer una compensaciĂłn especial. El peligro es que si sus empleados creen que usted se ha vuelto prisionero de las demandas de una persona, ello podrĂa provocar mĂĄs demandas y socavar su autoridad y la jerarquĂa de la empresa.
âEvitamos confrontar la realidad... y los hechos crueles, ya que eso nos ayuda a evitar la ansiedad social dolorosa que sentimos cuando se rompe un tabĂș.â
Las grandes brechas que existen entre los premios para ejecutivos y para el personal comĂșn crean una especie de disonancia cognitiva respecto de cĂłmo los empleados perciben a la empresa, y esto puede provocar ira y resentimiento. Para ir un paso adelante, corrija los desequilibrios. No necesita ser totalmente equitativo en las remuneraciones o los premios, pero cuanto mĂĄs transparente sea la vinculaciĂłn entre el premio y el aporte que ha contribuido el beneficiario del premio, mĂĄs fĂĄcil serĂĄ para sus empleados comprender los fundamentos.
6. No favorecer a âlos amigos y la familia (salvo cuando... tenga sentido).â
Los empleados que esperan un ascenso en funciĂłn del mĂ©rito a menudo sienten celos cuando un lĂder retribuye a un amigo o contrata a un integrante de la familia. Se cree que la presencia de familiares es un indicio de favoritismo. Algunas empresas prohĂben contratar a miembros de la familia debido a los conflictos que genera la mera apariencia de favoritismo. Los empleados parten de la premisa de que los familiares son contratados sin tener que competir por el puesto y que tienen fĂĄcil acceso al jefe â sospecha Ă©sta que al jefe le serĂĄ difĂcil erradicar. Sin embargo, âlos lĂderes son humanos,â desean rodearse de asesores que comprendan lo que estĂĄn tratando de hacer, que estĂ©n disponibles para ellos en cualquier momento y cuya lealtad estĂ© garantizada. Incluso es posible que quiera tener a la familia y a los amigos cerca para poder seleccionar y preparar a un sucesor. De hecho, la mayorĂa de los empleados de empresas familiares entiende que el traspaso de manos de la empresa se produce internamente dentro de la familia y que los altos puestos son ocupados por familiares. Pero si su empresa quiere contratar ejecutivos realmente talentosos fuera de la familia, quizĂĄs deba estar abierto a la posibilidad de un sucesor fuera del ĂĄmbito familiar. Usted puede manejar la representaciĂłn familiar y ejercer un control general a travĂ©s del directorio y la titularidad de acciones, pero las percepciones de nepotismo pueden limitar su reserva de talentos y generar resentimiento.
7. âEl deber de un lĂder es preparar a un sucesor (pero cĂłmo duele...)â
Los ejecutivos son los responsables de asegurar la continuidad del liderazgo, de modo que deben capacitar a los potenciales sucesores. Sin embargo, las mismas caracterĂsticas de personalidad que ayudan a un director ejecutivo a llegar a la cima tambiĂ©n los hacen querer permanecer allĂ arriba. Para siempre. ÂżPor quĂ© pasarse toda una vida para ganarse el traje de ejecutivo y una vez que se lo tiene empezar a pensar en la sucesiĂłn y abandonarlo? Los lĂderes tambiĂ©n se enfrentan al desafĂo de equilibrar sus propias fortalezas y debilidades. Los lĂderes exitosos de su empresa no necesariamente deben ser un clon suyo. En cambio, deben tener habilidades y rasgos equilibrados que permitan mejorar el equipo de direcciĂłn. Un lĂder necesita de un cĂrculo Ăntimo de confianza, un foro donde poder exponer sus ideas con confianza. Los miembros experimentados de este equipo tambiĂ©n ofrecen una reserva probable de potenciales sucesores, asĂ que â admĂtalo â las personas mĂĄs cercanas al lĂder son probablemente las que mĂĄs anhelan el puesto.
8. âLos lĂderes deben lograr un equilibrio entre el trabajo y la vidaâ
El equilibrio entre el trabajo y la vida es un tema candente. Las empresas incluso estĂĄn considerando la posibilidad de dar tiempo y recursos para ayudar a los empleados despuĂ©s del trabajo. Se han escrito muchos libros sobre este tema, especialmente de autores que alguna vez fueron ejecutivos aguerridos, y que ahora estĂĄn criando una segunda o tercera familia. Hacen un balance retrospectivo y con tristeza dicen que tendrĂan que haber pasado mĂĄs tiempo con los hijos de su primer matrimonio. Como el arrepentimiento es gratis, es una indulgencia fĂĄcil y simple. Sin embargo, la realidad es que para muchos ejecutivos el trabajo es su vida. Se sienten mĂĄs felices y realizados cuando el equilibrio entre trabajo y vida significa distribuir su tiempo de forma ligeramente distinta entre sus diversos proyectos y responsabilidades.
âLeer sobre tabĂșes y experimentarlos de primera mano son dos cosas diferentes... Experimentar un tabĂș forma parte de lo que nos hace humanos. Entender los tabĂșes es parte de lo que nos hace sabios.â
Para evitar problemas y quejas, fije las expectativas correctas de sus empleados cuando los contrate por primera vez. Muchos ejecutivos trabajan semanas de 100 horas sin quejarse porque disfrutan de su trabajo y de la recompensa, y no anhelan las distracciones de la vida hogareña y familiar. Pero si usted logra que las personas trabajen para usted prometiĂ©ndoles apoyar a sus familias y luego las mantiene cautivas en un trabajo que no les deja ningĂșn tiempo libre en la casa, entonces cabe esperar que surjan graves problemas. DĂgales desde un comienzo que si toman menos tareas o tareas menos exigentes, esto podrĂa afectar (o afectarĂĄ) sus expectativas de ascenso. AsĂ podrĂĄn fijar sus prioridades en un contexto y tener un rendimiento satisfactorio.
9. âEl interĂ©s propio evidente es peligroso (en los seguidores, no en los lĂderes).â
Hoy en dĂa, las personas hablan de la responsabilidad social corporativa, de la importancia de los equipos y de los altos ejecutivos en el binomio âservidores-lĂderes.â Sin embargo, las pelĂculas, la televisiĂłn y las novelas a menudo retratan a las empresas como villanos voraces. Algunos crĂticos desaprueban la idea misma de buscar sentirse mejor con uno mismo persiguiendo el propio interĂ©s. Pero la sociedad occidental atribuye su riqueza a individuos con buenas ideas que trabajaron para brindar bienes y servicios mejorados a otros al mismo tiempo que obtenĂan ganancias. Ambas partes resultaban beneficiadas con la transacciĂłn. El interĂ©s propio funciona. La sociedad moderna se desarrollĂł a partir de personas que trabajaron con esmero para servir a otros a cambio de una ganancia que luego podĂan usar para mejorar su propia vida.
10. âLa cima es muy solitaria (pero a los lĂderes no les gustarĂa de ninguna otra forma).â
La soledad es un problema real de los altos ejecutivos, pero hablar de ello âpuede ser el mayor de los tabĂșes.â Las personas que ocupan altos puestos sienten que nunca pueden mostrarse vulnerables o dubitativas. Muchos directores ejecutivos desarrollan una especie de exoesqueleto emocional que los protege de las adversidades de la vida, pero tambiĂ©n recorta su capacidad de trabajar en un ambiente de compañerismo. Los lĂderes aprenden a parecer amables y amistosos; sin embargo, incluso quienes mĂĄs los conocen posiblemente no los conozcan muy en profundidad.