¿Usas tu don en el trabajo?

Libro ¿Usas tu don en el trabajo?

Cuatro preguntas clave que debe formularse antes de tomar la próxima decisión sobre su carrera profesional

Davies-Black,
También disponible en: Inglés


Reseña

Éste es un libro serio de autoayuda que requiere un gran esfuerzo intelectual por parte del lector, pero que promete una recompensa concomitante. Dick Richards lo insta a encontrar sus talentos internos genuinos y creencias espirituales, su “don,” y a seguirlos para encontrar su vocación profesional, su propósito y su verdadera realización. Sus lectores son aquellas personas cuyos trabajos no les brindan una sensación de realización o un sentido. Richards dedica buena parte a explicar cómo las personas pueden encontrar y determinar su don, apero quizás se quede corto al explicar qué hacer con él una vez que se ha producido la revelación. En la opinión de BooksInShort, el autor propone una meta noble pero deja una parte de su realización al criterio del lector. Sin embargo, esto parece válido: después de todo, nadie sino usted mismo puede activar su don.

Ideas fundamentales

  • Todos tenemos un don interior, pero la mayoría no sabe reconocerlo.
  • El don es una habilidad innata o un talento que hace que el trabajo se ponga al servicio de un propósito determinado.
  • Encontrar su don lo conducirá a su propósito verdadero.
  • Las personas que desarrollan sus dones tienen un punto de vista más positivo y un mejor sentido de cómo ayudar a los demás. Las personas que no lo desarrollan a menudo se sienten frustradas e infelices.
  • Para identificar su don, analice sus experiencias pasadas.
  • Luego proceda a asociar libremente sus experiencias para descubrir patrones.
  • Determine aquello que impulsa su comportamiento y cómo evolucionó usted hasta su situación actual.
  • Muchas personas creen que el don es algo espiritual y un enlace con la divinidad.
  • Las personas que encuentran y realizan su propósito lidian mejor con las tensiones de la realidad de todos los días.
  • Descubrir su propósito lo hace responsable de aprovechar al máximo su vida.
 

Resumen

¿Listo para un cambio?

Si usted está ansioso por un cambio en su vida personal o profesional, podría no estar utilizando su don –esa habilidad interna innata que hace que un trabajo se realice sin esfuerzos. Cada persona tiene un don único. Es ese flujo de energía natural que lo pone en sintonía con el mundo exterior y le brinda un sentido de propósito.

“El don deambula majestuoso debajo de la superficie de sus actividades.”

Cuando los dones personales que hacen a las personas productivas se ponen realmente al servicio de su trabajo, estas personas son mucho más felices. Las personas insatisfechas con su trabajo por lo general carecen de esa conexión con su don interno. El don es un interés espontáneo, una habilidad natural, un poder especial que sobreviene a uno fácilmente. Todos tenemos un don natural, pero descubrirlo y reconocerlo es a menudo difícil. Con frecuencia las personas no lo reconocen y hasta lo reprimen. Si usted no reconoce su don podría convertirse en una persona frustrada y tensa; podría verse trabajando en áreas para las que no posee una habilidad innata. Por el contrario, cuando usted trabaja en un campo que se complementa con sus talentos naturales, logra más para usted y para los otros. Cuando identifique su don advertirá seis beneficios principales:

  1. Desarrollará una imagen de usted mismo más positiva, una visión más estable de su vida y un mejor sentido de cómo puede ayudar a los demás.
  2. Tendrá una mejor comprensión de lo que es la vida.
  3. Tendrá más confianza y más energía.
  4. Contará con los recursos para explicar con qué puede contribuir.
  5. Se volverá más satisfecho y productivo.
  6. Sentirá una satisfacción mayor.

Cómo descubrir su propio Don

¿Qué hay que hacer para identificar sus fortalezas personales? Muchas personas se lamentan por no poder hacer las cosas mejor, o culpan a otros cuando no alcanzan sus metas. En lugar de culpar a otros, usted puede tratar de reconocer sus fortalezas genuinas. Esto requiere una perspectiva diferente. Para ir tras su don, hágase cuatro preguntas esenciales:

  • “¿Cuál es su don?” - Cuáles son sus talentos exclusivos?
  • “¿Usa su don en el trabajo?” - ¿Está usando usted estas cualidades?
  • “¿Cuál es su propósito?” - ¿Ha identificado el significado y el centro de su vida?
  • “¿Pone el don al servicio de su propósito?” - ¿Están su don y su propósito alineados? Cuando esto ocurre, su “personalidad”, la combinación de su ser físico y psicológico, se vuelve más integrada. Es en ese momento cuando usted más aprende de su vida personal y profesional.
“Existen pautas generales para ayudarlo a alcanzar el punto en el cual su don se vuelve evidente para usted.”

Identificar su habilidad especial o don puede resultar difícil. A algunas personas incluso les cuesta creer que tienen un don; esto atrasa su descubrimiento. Un tercio de las personas que asisten a talleres de tres días donde se aborda este tema no pueden identificar su don, aunque muchas lo logran más tarde, una vez que han vivido un tiempo con la idea y reflexionado más.

Comenzar la búsqueda

Para identificar su don conviene que siga un proceso de auto-análisis de tres pasos. El primer paso es rever sus experiencias pasadas y encontrar un patrón. No emita juicios; tan sólo observe lo que ha hecho. El segundo paso consiste en dejar que sus pensamientos se asocien libremente a través de sus experiencias. Tome nota de lo que le viene a la mente. El tercer paso consiste en un período de pensamiento más profundo, en el cual se analizan sus percepciones y se trata de determinar aquello que impulsa su comportamiento. Sea objetivo acerca de las cosas que ha hecho. Indague en su interior para buscar más información sobre lo que lo ha empujado a actuar en determinadas direcciones.

“Cuando lo experimente sabrá que lo ha logrado correctamente.”

Ponerle un nombre a su don le brindará un sentido de propiedad, imagen o manejo. Una vez que lo ha identificado y nombrado, éste tendrá un nuevo significado para usted. Un nombre puede cambiar la identidad de una persona (piense en lo que ocurre cuando a un estudiante de medicina lo empiezan a llamar “doctor”). Encontrar el nombre correcto para describir con exactitud su talento innato es crítico porque le coloca una etiqueta a su ser central. Cada nombre es único, y la mayoría son frases del estilo “optimizar resultados” o “construir plataformas.”

“El don es algo esquivo, porque por lo general no consideramos que tengamos uno, o lo ignoramos o no estamos acostumbrados a pensar en él.”

Este examen mental es necesario, ya que el don viene naturalmente a las personas, pero éstas a menudo no lo advierten. La mayoría está entrenada para advertir datos racionales o cuantitativos, y a desechar la información subjetiva o emocional. Si usted comienza a absorber información de nuevas formas, puede modificar su proceso de pensamientos. Esto afectará sus creencias, las cuales posteriormente influirán en sus actos y en las reacciones que reciba de los demás. En síntesis, puede cambiar todo su entorno.

“El propósito dirige sus decisiones respecto de qué hacer, cuándo, dónde vivir, con quién asociarse y de qué mantenerse alejado.”

¿En dónde debería buscar su don? Algunos indicios pueden provenir de emociones fuertes que usted tenga respecto de una actividad o un acontecimiento. Otros signos pueden advertirse en las preguntas que le hacen las personas, o sus preocupaciones, meditaciones, ideas recurrentes, éxitos pasados, imágenes, la intuición y cualquier acontecimiento inesperado que usted experimente. Percibir estos signos es todo un desafío porque el don está tan cerca de la vida diaria que las personas no lo reconocen. Pero una vez que se lo encuentra, se desata una conscientización plena que resulta liberadora y reconocible inmediatamente. Reconocer el don es un acontecimiento memorable y profundo. Las personas que pasaron por la angustia de este proceso describieron esta revelación como una liberación emocional o un “resplandor enceguecedor” que a menudo viene acompañado de llanto, de una sonrisa o de una sensación de regocijo.

“La noción del don como obsequio divino resuena en cualquier lugar donde el don esté presente.”

Este proceso de descubrimiento no se atraviesa sin miedo o conflictos. Por ejemplo, identificar su don puede implicar un cambio de carrera, lo cual podría ocasionar una disminución de sus ingresos o hacer algún ajuste. En otros casos, las personas han descubierto su don y trabajaron junto con sus empleadores para aplicar ese talento especial en sus trabajos. Un químico investigador descubrió que cuando se sentía más feliz era cuando solucionaba los problemas de otras personas. Trabajó con la empresa para desarrollar un laboratorio móvil que fuera a los sitios de trabajo para preparar lubricantes por encargo. Tanto él como su empleador se beneficiaron del descubrimiento.

“El don pertenece al reino del misterio, junto con el espíritu y el alma; y exactamente quién o qué es, y cómo se relaciona con nosotros, probablemente nunca lo sepamos con total certeza.”

Una vez que reconozca su don, póngalo a trabajar. Esto podría implicar recapacitarse, buscar un empleo nuevo que satisfaga sus talentos o redefinir su empleo actual. Si no puede explotar todo el potencial de su don en el trabajo debido a restricciones económicas u ocupacionales, acepte esta situación como provisoria; y busque otras salidas para poder usarlo, quizás en un pasatiempo u ofreciéndose como voluntario.

La imagen del don

La búsqueda del don hace que todas las personas evoquen ciertas imágenes que están moldeadas por la religión y la cultura. Si bien la imagen en cada caso es diferente, existen ciertos rasgos comunes en las ideas que tienen las personas sobre el don. Estas características comunes giran alrededor de los siguientes conceptos:

  • El don es un regalo que viene de Dios – Platón fue el primero que enfatizó la imagen del don como inspiración divina. En La República, dice que los tres “Destinos” asignan personalidades y talentos a las almas que pasan ante ellos. Cada alma recibe un destino, un ángel guardián de por vida y una inspiración divina, o don. Otros escritores antiguos afirmaban que los ancestros de un pueblo legaban sus dones a los sobrevivientes. Los textos budistas, hebreos y griegos hacen referencia a un momento en el cual el alma ingresa en el reino de los mortales al momento de nacer, olvida su pasado y sólo es consciente de la realidad actual. El alma olvida el elemento del don que le habían asignado. Ésta es una de las razones por las que les es tan difícil a las personas encontrar o recordar su don, que es una parte de su alma.
  • El don es un intermediario entre Dios y lo mundano – Esta idea presupone que el don es independiente y está separado de la divinidad, del cuerpo y del alma; pero que conecta a cada persona con la divinidad. Las lenguas hebreas, egipcias y chinas cuentan con palabras para nombrar este enlace entre el individuo y el reino de lo sagrado.
  • El don debe usar sus talentos para ayudar a otros – Las personas que reconocen su don tienen el deber de actuar en pos del bien común. El filósofo chino Lao Tzu escribió que cada persona es única y debería ayudar a abastecer la tierra y sostener la vida – no para su provecho personal, sino por el deseo mismo de servir.
  • El don de una persona consta de un grupo exclusivo de talentos – Ningún otro individuo posee su combinación exacta de talentos innatos, de modo que usted puede realizar ciertas cosas mejor que nadie en el mundo. Ésta es una fuente de talentos exclusivos, a la vez que de poder individual.
  • El don es el resultado de sus talentos naturales – Cuando usted posee un talento natural, puede usarlo fácilmente sin necesidad de concentrarse excesivamente. En la práctica, esto significa que usted puede mostrar su gran talento con muy poco esfuerzo (aunque no necesariamente sin entrenamiento). El don debería residir naturalmente en usted, estar en el centro de su existencia. Usar un don natural implica menos esfuerzo, pero como es parte de su estado natural, es también más difícil de reconocer.
  • Su don lo guía y protege – Los ángeles de la guarda ayudan a proteger a su don y a que usted logre su propósito más alto, no mediante una conexión física sino a través de los sueños, la inspiración, los instintos y otras señales. Platón llamó a su don guía; mientras que Sócrates decía que su don lo prevenía de cometer errores.
  • Desechar su don puede perjudicar su desarrollo futuro – Si bien el don no es su propósito en la vida, puede ayudarlo a buscar ese propósito; pero esta búsqueda requiere empeño. Si usted no se empeña y si descuida esa búsqueda, no cumplirá con su obligación especial. Descuidar su don lo llevará por un camino de vida incorrecto, desperdiciará sus talentos y diluirá sus pasiones. El don provee energía al alma, así que no lo reduzca. Su meta es identificar el don y luego trabajar junto a otras personas que reconozcan sus talentos especiales, los alienten y valoren lo que sus dones internos tienen para ofrecer.

Cómo encontrar su verdadero propósito

Encontrar su propósito es un esfuerzo consciente y deliberado de darle a su vida un significado mayor. Los autores contemporáneos de textos de auto-ayuda, como Deepak Chopra, Laurence Boldt, Stephen Covey y James Refield, dicen que este proceso de búsqueda puede llevar a un resultado único que le otorgará significado a su vida. Encontrar su propósito coloca a su vida en una perspectiva universal. La búsqueda del propósito tiene las siguientes características:

  • El propósito es diferente para cada individuo – Acá se trata de una búsqueda de significado espiritual, por oposición a la motivación de encontrar una vocación. Muchos no advierten que han estado en una búsqueda espiritual a nivel subconsciente durante años. Cuando se vuelve consciente, los lleva hacia un estado de conciencia mayor. Las personas encuentran su propósito mediante el análisis o la revelación.
  • El propósito es cómo usted muestra su don al mundo – El don deja ver cómo sus talentos residen en su interior. Las personas cuyos dones están puestos al servicio del trabajo con plantas pueden convertirse, por ejemplo, en paisajistas.
  • Identificar su propósito le hará desempeñarse mejor en el trabajo de su vida – Su trabajo y su vida serán más gratificantes. Las personas que identifican su propósito a menudo se sienten guiadas respecto de qué hacer. Este matrimonio entre don y propósito las ayuda a moldear sus vidas.
“Nuestro miedo más profundo no es ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es ser infinitamente poderosos.” [ – Marianne Williamson]

El corolario del propósito es la responsabilidad. Las personas con un propósito están mejor equipadas para lidiar con los acontecimientos y las tensiones de la realidad de todos los días. Cuando tiene un propósito, usted se convierte en el producto de sus propias acciones, creencias y emociones. Ya no tiene que culpar al destino o a la suerte. Usted se vuelve más fuerte para aceptar la responsabilidad de los acontecimientos que controla. Deja de ser una víctima. Ahora tiene un propósito, que le otorga poder y la responsabilidad de cambiar.

Sobre el autor

El instructor y consultor Dick Richards lideró el resurgimiento de la idea de llevar el espíritu al trabajo con su libro Artful Work, escrito en 1995. Es también autor de The Art of Winning Commitment.