Lo que hace la diferencia

Libro Lo que hace la diferencia

Cómo hacer de su actitud su activo más grandioso

Thomas Nelson,
También disponible en: Inglés


Reseña

La gran perogrullada de la actitud es que una vez que usted ha ajustado la forma en que ve las cosas, va camino al éxito y las riquezas. El escritor motivacional John C. Maxwell coincide en que la actitud es un componente esencial del éxito, pero afirma que por sí sola no lo ayudará a lograr sus metas. También se requiere tener habilidades, talento y experiencia. No obstante, Maxwell cree que, en igualdad de condiciones, la actitud puede ser la diferencia entre lograr los objetivos y no lograrlos. Si bien esta breve lectura ofrece una solución rápida para mantener una mente positiva, el material es más una dosis de estímulo que un baluarte duradero. BooksInShort recomienda este libro a los que estén buscando una inyección rápida de positivismo.

Ideas fundamentales

  • Una gran actitud por sí sola no le garantiza el éxito, pero es su “factor diferenciador.”
  • Una buena actitud requiere un mantenimiento. Opte por reforzar cada día su buena actitud manteniéndose de buen ánimo, sin importar lo que pase, durante la primera hora de trabajo.
  • Albergue grandes esperanzas y sea optimista. Lo que usted espere es lo que obtendrá.
  • Analice sus pensamientos y emociones para comprender los fundamentos de su actitud.
  • Todos enfrentamos cinco obstáculos que pueden perjudicar una buena actitud: “el desaliento, el cambio, los problemas, el miedo y el fracaso.”
  • Para lidiar con el desaliento, observe los problemas dentro de un contexto más amplio.
  • Todos sabemos que el cambio es inevitable, pero a ninguno nos gusta. La actitud es la clave.
  • Los problemas ofrecen una excelente oportunidad para crecer y practicar el optimismo.
  • Superar los miedos se vuelve más fácil con la práctica. Opte por seguir sus metas aún si se siente asustado.
  • No se tome tan seriamente a usted mismo. Tenga un sentido de perspectiva.
 

Resumen

¿Su actitud le queda bien?

Su actitud interna sale a la luz aun cuando usted trate de ocultarla. La naturaleza y la crianza influyen en el punto de vista esencial que se tiene de la vida. Los rasgos de la personalidad, la crianza y cualquier trauma temprano vivido en la niñez, todo ello va incluido en la ecuación. ¿Sus padres lo alentaron a ser optimista o le enseñaron a ver la vida con pesimismo? Algunos padres exponen a sus hijos a nuevas experiencias y fomentan activamente su crecimiento; otros no.

“Su actitud colorea cada aspecto de su vida. Es como la paleta de colores de la mente.”

A medida que uno crece va pudiendo ejercer un mayor control sobre el entorno. Pero las actitudes predominantes de los amigos, conocidos y compañeros de trabajo continúan influyendo en nosotros. Los pensamientos influyen directamente sobre la actitud, ya sea que esté pensando en su trabajo, su pareja o su vida social.

“No se puede desconectar la actitud de la realidad y esperar tener éxito.”

Las palabras alentadoras que usted escucha en el camino pueden resonar a lo largo de toda su vida; desafortunadamente, las palabras crueles también. Estos mensajes a menudo afectan la visión que usted tiene de sí mismo. Si usted no tiene una buena opinión de usted mismo, tampoco la tendrán los demás. Adoptar o no una actitud positiva es una de las decisiones más cruciales que enfrentan las personas, y tomar la decisión correcta depende de usted.

“Si usted cree que puede hacer algo, eso se llama confianza. Si puede hacerlo, eso es competencia. Ambas son necesarias para lograr el éxito.”

El psiquiatra, escritor y humanista Víctor Frankl, quien sobrevivió a Auschwitz, descubrió en las peores circunstancias de la vida que la diferencia radica en la actitud. Elegir la actitud que uno va a adoptar es el ejercicio de libre albedrío humano por excelencia. Pero por sí sola, tampoco obrará milagros. No es sustituto de la diligencia, el carácter ni la destreza. Aun la actitud más grandiosa del mundo no ayudará si usted no puede hacer el trabajo.

Un paso positivo

La opción de tener una gran actitud no es una elección que se hace una sola vez. Requiere un compromiso continuo de crecimiento y cambio personal. Pero haga las cosas de a una por vez; usted no está cambiando el mundo que lo rodea, sino simplemente a usted mismo.

“Cuanto mejor sea su actitud, mayor probabilidad tendrá de superar las dificultades, de crecer y progresar.”

Comience elevando sus expectativas y cultivando una actitud positiva manteniendo estos “principios de las personas” en el trato con los demás:

  • “El principio de la lente” – La forma en que usted percibe a los demás depende en gran medida de su propia actitud.
  • “El principio del dolor” – Si usted no ha lidiado con ningún dolor significativo en su propia vida (“su equipaje”), continuará experimentándolo en las interacciones con los demás.
  • “El principio del ascensor” – O usted apoya a los demás y los faculta para el éxito, o los limita y desalienta – esto depende de su actitud.
  • “El principio del aprendizaje” – Cada persona que usted conoce tiene alguna sabiduría para compartir con usted. Si aprende o no de los demás depende de su actitud.

Su actitud le pertenece toda a usted

Si uno se pone a pensar, los momentos difíciles de nuestra vida nos enseñan lecciones valiosas. La vida está repleta de aguas turbulentas y, a menudo, una buena actitud es la única balsa que tenemos para sobrevivir en ese escenario. Por ejemplo, las investigaciones dan cuenta de la influencia positiva que tiene la actitud de un paciente que lucha contra el cáncer.

“Si queremos obtener resultados diferentes en la vida entonces no es suficiente con cambiar solamente la forma de pensar. También debemos cambiar nuestros hábitos.”

Usted puede modificar su actitud a pesar de los viejos hábitos mentales. En primer lugar, acepte el hecho de que puede cambiar. Preste atención a sus pensamientos negativos ya que le marcarán el camino hacia los factores que debe modificar. Aprenda lo que debe hacer de otra forma. Continúe alentándose a usted mismo para mejorar y cambiar.

“Cuando se trata de las cosas que usted adora hacer, de aquello para lo cual nació, exíjase. Las probabilidades importan muy poco. Si se equivoca en el camino importa muy poco. Usted se caía cuando aprendió a caminar, ¿o no?”

Sus pensamientos inciden en respuestas emotivas. El pensamiento positivo puede modificar sus reacciones emotivas. Las convicciones son muy poderosas. Los vendedores aumentan las probabilidades de éxito cuando creen en los beneficios del producto o servicio que ofrecen. Cuando usted comienza a modificar sus patrones personales para reflejar sus intenciones de manera más consciente, también afecta su actitud.

Los cinco obstáculos comunes

Es inevitable toparse con baches en la ruta de la vida. Aún las personas más exitosas comprenden que deben enfrentar desafíos. La falta de predisposición para reconocer los desafíos de la vida origina una actitud negativa. La negación es una técnica inútil. Reconozca los cinco obstáculos más grandes que todos enfrentamos: “desaliento, cambio, problemas, miedo y fracaso.”

1. Desaliento

El desaliento puede minar su fortaleza si usted permite que se ulcere. Todo el tiempo ocurren pequeños acontecimientos desalentadores. La vida es eso. Es fundamental aprender a levantarse nuevamente de las caídas y a lidiar con los problemas con gracia. Busque a personas que sepan levantarle el ánimo cuando se siente caído. Estos amigos especiales saben cómo alentarlo cuando lo necesita y cómo decir las palabras justas que usted necesita aprender a decirse a usted mismo. Uno de los mejores hábitos que puede adquirir es repetirse a usted mismo afirmaciones positivas. Lidie con el desaliento poniéndolo en contexto.

“Las personas exitosas saben que se enfrentarán a obstáculos. Saben que superarlos es una parte más de la vida, y planifican teniendo esto en cuenta. Enfrentan los desafíos en lugar de temerles.”

Todo es una cuestión de perspectiva. Mientras Napeoleon Hill investigaba los hábitos de las “personas exitosas” comprobó que éstas persisten aún en la adversidad. La diferencia está en la actitud.

Trate de llegar a las decisiones y conclusiones correctas y actúe en consecuencia, aún cuando ello requiera admitir un error del pasado. Tome decisiones cuando las cosas van bien y manténgalas cuando la situación se torne más difícil. Es lo que el ministro Robert Schuller denomina “el principio de cima a cima.” Cuando uno tiene una perspectiva desde la “cima,” puede evaluar mejor la disposición de la tierra e identificar hacia dónde quiere ir. Pero esta vista global se pierde cuando uno atraviesa los “valles.” Lo mejor es continuar moviéndose hacia el punto de destino a pesar de las adversidades.

2. Cambio

A nadie le gusta el cambio y sin embargo todos reconocen su inexorabilidad. Desde luego, uno teme que el cambio genere inconvenientes; esto es natural. Trate de ver más allá del malestar y descubra las razones por las cuales el cambio es positivo. Todos temen lo desconocido y se preguntan si es el momento correcto para hacer un cambio importante.

“Cuando usted experimenta desaliento puede...mirar a los demás para buscar culpables, o mirarse a usted mismo en busca de oportunidades. La decisión es suya.”

Si usted es el que está proponiendo hacer cambios en el trabajo, pregúntese primero cómo los cambios que usted sugiere ayudarán al resto. ¿Están en línea con la misión de su grupo? ¿Cuenta con apoyo de la dirigencia? ¿Qué se necesita para llevar a cabo estos cambios? ¿Pueden deshacerse los cambios si usted no está satisfecho? ¿Cuáles son los beneficios inmediatos y de largo plazo?

“Primero, siempre es importante hacer lo correcto. Pocas cosas aumentan el desaliento como el arrepentimiento o la conciencia intranquila.”

Para lograr buenos resultados se requieren cambios, de modo que acójalos con una actitud positiva. Antes de que se produzca un cambio mayor, piense en lo que está dispuesto a modificar para ello. Tome nota de los “ítems no negociables” para saber exactamente dónde mantenerse firme. Imaginarse cómo los demás deberían cambiar es fácil. Imaginar cómo uno mismo va a reaccionar ante el cambio es otra historia. Acoja el desafío; se convertirá en una mejor persona por haber manejado el cambio con gracia. Fije en su mente los beneficios del cambio. Su actitud es lo que hace la diferencia.

3. Problemas

El campeón de golf Tiger Woods dice que la oportunidad de realizar un tiro crucial en circunstancias óptimas rara vez ocurre. Un aviso lo muestra intensamente concentrado en su tiro al hoyo, al parecer ignorando la tormenta de lluvia que le cae encima.

“Los problemas son llamados a usar la creatividad.”

Todos tenemos problemas. No son exclusivos de unos pocos desafortunados. Los problemas no conocen fronteras; tanto los ricos como los humildes, los exitosos o los empobrecidos, los saludables o los enfermos, todos tienen problemas. La diferencia radica en la perspectiva. La mejor forma de abordar un problema es dar un pequeño paso hacia atrás para ver el asunto en su entera dimensión.

“El miedo nos roba el potencial.”

Piense en un problema como en una oportunidad para crecer. Los problemas son normales; usted es inteligente como para saber que pueden ocurrir y para darse cuenta de que no puede resolverlos a todos. Pero a menudo, si persevera, usted gana. En muchos casos, un éxito inesperado se origina en la solución de un problema.

“Si usted quiere mantener una buena actitud y ser exitoso, no puede tomarse los fracasos - o los éxitos - de manera demasiado personal.”

El tipógrafo Humphrey O’Sullivan solía enojarse cada vez que un compañero de trabajo le quitaba la alfombrilla de goma de piso sobre la cual le gustaba pararse mientras hacía su trabajo. Luego de un tiempo, dejó de enojarse e inventó la suela de goma de los zapatos. Use su buena actitud ante un problema difícil y descubra el regalo que se oculta en él. Luego comience a anotar todas las soluciones posibles.

4. Miedo

Una de cada seis personas tiene algún problema grave con miedo clínico. Cuatro de cada cinco personas luchan contra miedos asociados al dinero, la familia o enfermedades. El miedo se propaga y se asienta si usted no lo enfrenta. Una vez un hombre recogía información para un censo en un área rural que no conocía. La gran cantidad de carteles en el camino que decían “Cuidado con el perro” lo asustaron. En la última parada, un granjero salió para responder a sus preguntas. Lo acompañaba un chihuahua. El censista le hizo un comentario acerca del perro a raíz de los carteles que había visto. El granjero le respondió que el perro no espantaba a los extraños, “pero los carteles seguro que sí.”

El miedo a lo desconocido, como el supuesto perro peligroso al final de ese camino rural, puede paralizarlo e impedir que usted aprenda a aliviar sus temores. Para manejar sus miedos:

  • Admítalos – La incapacidad de enumerar sus miedos puede querer decir que usted está evadiéndolos.
  • Analice sus causas – Piense en cómo el miedo se manifiesta a sí mismo en su vida y lo paraliza.
  • Acepte el papel que cumple el miedo en el cambio y el éxito – Esté dispuesto a vivir con un poco de malestar mientras aprende a dominar nuevas habilidades.

Usted no puede controlar, cambiar o mitigar cada circunstancia que le cause miedo, pero puede controlar su actitud, lo cual hará toda la diferencia. Usted puede decidir cómo ir hacia delante en el viaje de su vida. No existe un destino perfecto, porque el crecimiento sostenido implica desafiar sus miedos constantemente. Recuerde que aquello en lo que usted concentra su pensamiento toma mayor prominencia. En lugar de obsesionarse con sus miedos, supérelos concentrándose en sus recursos internos.

5. Fracaso

Algunas personas logran cosas; son grandes hacedores. Otras no logran nada; sólo ven problemas y obstáculos. Y otras no pueden lograr cosas pues fracasan continuamente. Desde luego, la diferencia entre ellas está en la actitud.

En primer lugar, deje de anticiparse al fracaso. En su lugar, prepárese para el éxito. Sea más consciente de cómo se ve a usted mismo y quién piensa que es. Desarrolle un poco de gracia sobre el éxito y el fracaso. Los éxitos no probarán que usted es un genio, pero los fracasos tampoco lo definirán. Tenga coraje. Si no logra lo que se propuso, permítase sentirse decepcionado, pero no se detenga allí. Su actitud puede elevarle el espíritu o mantenerlo caído.

Aproveche los fracasos aprendiendo de sus experiencias. En lugar de lamentarse por lo que pudo haber sido, piense cómo puede hacerlo mejor la próxima vez. No pierda nunca la capacidad de reírse de sus errores. Siga el consejo del célebre economista Ben Stein: “El espíritu humano nunca está terminado cuando lo derrotan. Está terminado cuando se rinde.”

Sobre el autor

John C. Maxwell ha escrito más de 40 libros sobre liderazgo. Es fundador de un servicio para el desarrollo de liderazgo y de equipos, un grupo sin fines de lucro para el desarrollo del liderazgo.