Pensamos

Libro Pensamos

Innovación en masa, no producción en masa

Profile Books,
También disponible en: Inglés


Reseña

El análisis llevadero y agradable que realiza Charles Leadbeater de las posibilidades de colaboración que ofrece Internet no sorprenderá a quienes ya están en contacto con el tema. Para ellos, gran parte de sus comentarios y del apoyo que brinda a estas posibilidades ya resultarán conocidos. No obstante, las predicciones de Leadbeater respecto de una transformación social amplia les darán a los lectores ideas más interesantes para analizar. Si bien da un claro apoyo a muchos de estos cambios, explica cuestiones importantes acerca de los casos en que no dan buenos resultados. Expone claramente que hay algunos sectores de la sociedad que aún no han sido alcanzados por esta poderosa transformación. Esta conciencia de los límites de la colaboración que posibilita Internet otorga peso al análisis de sus posibilidades. La claridad y el estilo del libro hacen que sea accesible para el observador principiante; pero por su contenido, BooksInShort lo recomienda aún más a quienes ya tienen algún tipo de conocimiento sobre el tema y desean analizar todos los aspectos del potencial futuro real de la Web.

Ideas fundamentales

  • Internet amplía enormemente su nivel de conexión con los demás.
  • Una mayor conexión aumenta las posibilidades de colaboración.
  • Pero al establecer una mayor conexión, también aumenta su vulnerabilidad.
  • “Pensamos” es un término que se aplica al pensamiento colectivo que posibilita Internet: “Pensamos, luego existimos.”
  • En algunas industrias, esta colaboración representará un cambio radical; en otras, cambiará ciertos aspectos; y habrá algunas que prácticamente no se verán afectadas por ello.
  • Pensamos ofrece nuevas y poderosas posibilidades de acción política y justicia social.
  • Ofrece una mayor igualdad económica, porque permite que las herramientas económicas fundamentales se compartan libremente.
  • Pensamos combina aspectos innovadores colectivos de la contracultura, el ámbito académico y la experimentación tecnológica.
  • Crea un mundo más democrático al permitir un amplio acceso a los medios y a la información.
  • Las mayores posibilidades de colaboración que ofrece Internet brindan mayor libertad al multiplicar las posibilidades de decisión de cada persona.
 

Resumen

En el mundo actual, la conexión a Internet es determinante

Internet está transformando el mundo, para bien y para mal. Abre el acceso a la información y a los medios, y permite que las personas se interrelacionen a pesar de la distancia geográfica. Aun así, la Web multiplica las posibilidades de que las acciones individuales puedan ser controladas; y genera exposición a intrusiones inesperadas que, hasta hace un tiempo, eran inimaginables. La Web es, por sobre todas las cosas, un espacio abierto en el que las barreras no existen o son permeables. Y eso representa tanto un riesgo como una oportunidad. En la actualidad, Internet está alcanzando un punto fundamental en su desarrollo. Su uso se ha popularizado tanto que la Web ha comenzado a influir en todos los actos de las personas. El tema fundamental no es cuántas personas la usan, sino qué ocurre cuando ellas “comparte y luego unen” sus ideas. La importancia de Internet radica, esencialmente, en que es una plataforma que permite compartir.

“La extrema apertura de la Web, su capacidad de permitir que cualquier persona se conecte virtualmente con cualquier otra, genera infinitas posibilidades de colaboración.”

Esto provoca un cambio fundamental en la autodefinición. La famosa frase del filósofo René Descartes acerca de la identidad y el autoconocimiento, “Pienso, luego existo,” está cambiando como resultado de esta conexión y colaboración. Hoy por hoy, la frase ser “Pensamos, luego existimos.” Ésa es la esencia de la obra Pensamos. Los proyectos como Wikipedia demuestran sus posibilidades, tanto negativas como positivas. “Wikipedia tiene más posibilidades de contener errores” que las enciclopedias usuales, y es el fruto de varios intentos. Pero quienes contribuyen voluntariamente a ella corrigen sus errores en menos tiempo que el que tardan las obras de referencia tradicionales en corregir los suyos; y la enciclopedia está creciendo a un ritmo sorprendente, incluso en lo referente a temas extraños u oscuros.

Los principios de Pensamos

Los cambios que plantea Pensamos tienen un enorme alcance, pero no son absolutos. Los principios de colaboración mutua que definen a Pensamos no se aplican en todos los casos. Más bien esperamos que, en los próximos años, se produzca un fuerte cruce, cuando surja la puja entre la colaboración mutua y la jerarquía tradicional. Esperamos que los resultados se sitúen en un rango, dentro del cual las iniciativas de Pensamos se encuentran en un extremo y las organizaciones tradicionalmente jerárquicas se erigen en el otro. Y está bien que así sea. Pensamos se basa en la colaboración voluntaria y en la elección, no en imponer un modo de organización.

“La Web es importante porque permite que las personas compartan ideas con más personas, de más maneras.”

Pensamos no exige que nadie adhiera a una ideología específica. Se adapta en el lugar en que se utiliza. Tomemos el trazado del mapa del “genoma del gusano” como ejemplo de Pensamos en acción. El ganador del premio Nobel Sydney Brenner comenzó a trazar el mapa del genoma del C. elegans en 1965, pero el proyecto resultó demasiado ambicioso para su laboratorio y demasiado complejo para cualquier otro laboratorio en aquel momento. Por lo tanto, Brenner puso en común lo que él y su equipo estaban aprendiendo, y otros investigadores comenzaron a hacerse cargo voluntariamente de diferentes aspectos del tema. A medida que esta amplia comunidad creció, la tecnología avanzó radicalmente. El boletín Worm Breeder’s Gazette dio a conocer los resultados a la comunidad y, a través de reuniones presenciales, se estableció la dirección y la identidad del grupo.

“Si usted no está anonadado, debería estarlo. A medida que la Web se difunde, invadiendo nuestras vidas y concretando lo que creemos posible, estamos cada vez más desconcertados acerca de lo que podemos haber liberado.”

Este proyecto se desarrolló cuando recién empezaban a surgir las computadoras, y mucho antes de que muchas personas usaran Internet. No obstante, las computadoras, la Web y otros instrumentos de conectividad que definen la era de la información (teléfonos celulares, mensajes de texto) han permitido que proyectos similares, como Linux y el movimiento de apertura de códigos fuente alcanzaran el éxito aún más rápido. Estos proyectos se inician con un buen grupo clave de personas dedicadas que aporten experiencia y se ocupen de la dirección inicial. Luego, florecerán a medida que los “creadores (clave) generen el material sobre el cual podrán trabajar los demás.” De esta manera, la comunidad se abre y brinda caminos para que los nuevos miembros participen y proporcionen las herramientas conceptuales que tanto se necesitan. A medida que las personas establecen conexiones, surge una estructura social que se autorregula. A menudo, el grupo clave sigue teniendo una importante influencia, debido a sus mayores conocimientos, pero no por una necesidad de controlar el proyecto.

“La receta de Pensamos para una organización se basa en lograr el equilibrio entre tres ingredientes: participación, reconocimiento y colaboración.”

Las fuerzas del mercado no impulsan los proyectos puros de Pensamos, sino que estos proyectos, como Wikipedia, ofrecen alternativas a productos creados por el mercado. Esto ocurre, en parte, porque las fuerzas del mercado tienden a enfocar la investigación y la creatividad de manera demasiado acotada, con lo cual se cercena la verdadera creatividad. Habiendo expuesto la situación, Pensamos ofrece algunos modelos de negocios alternativos con opciones que la jerarquía tradicional no ofrece. A Pensamos le encantan las conversaciones con final abierto. Ofrece una idea de comunidad, de la cual muchas grandes compañías carecen, y se basa en esa idea. En lugar de utilizar un modelo en el cual los productos fluyen desde los productores hacia los consumidores, Pensamos hace que los consumidores participen en la creación y tiene una actitud abierta ante las modificaciones de productos.

¿De dónde viene Pensamos?

Tal vez crean que Pensamos es el fruto de un trabajo de colaboración entre “un fanático de las computadoras, un académico, un hippie y un campesino.” En realidad, su historia es la combinación de muchas actitudes articuladas entre estos grupos. Los primeros debates públicos de computadoras en red tuvieron lugar a fines de la década del sesenta, momento de florecimiento de la contracultura, en que muchos estadounidenses vivían en comunidad. Los movimientos establecieron una conexión directa cuando Fred Moore — colaborador del Whole Earth Catalog, que proporcionó diversas herramientas para las actividades de la contracultura — puso en marcha organizaciones para analizar “el impacto social de las computadoras.”

“Los detractores de la Web argumentan que corroerá gran parte de lo que valoramos en nuestra cultura, que se basa en el aprendizaje y la experiencia, la profesionalidad y la especialización.”

Numerosos pensadores del siglo XX convocaron a la participación ciudadana cada vez mayor que hoy se plasma en Internet. Marshall McLuhan proponía “que la sociedad recupere la estructura de tribu” para contrarrestar la cultura de las masas. Ivan Illich y Guy Debord proponían dejar de lado el consumo y el espectáculo y volcarse al diálogo y a la acción. Finalmente, E. F. Schumacher, autor de Lo pequeño es hermoso, planteó la “producción por las masas, no para las masas.”

“Los sitios de redes sociales funcionan cuando promueven un espíritu de autogobierno colaborativo: Friendster sufrió una catastrófica pérdida de miembros a causa de un gerenciamiento vertical con un estilo demasiado autoritario.”

Estas cualidades abundan en la actividad en Internet. Los sitios de redes sociales (por ejemplo, MySpace) sirven para crear conexiones. Los blogs y los wikis permiten que los espectadores pasivos se vuelvan productores activos. OhmyNews, de Corea del Sur, se vale de la colaboración de “55.000 ciudadanos periodistas” para brindar una cobertura de noticias alternativa. Los sitios para compartir medios (YouTube para videos; Flickr para fotos), permiten que las personas compartan y disfruten de los medios que alguna vez estuvieron disponibles únicamente a través de canales masivos de empresas o del gobierno. Los sitios más exitosos operan con “un espíritu de autogobierno colaborativo” tal como los grupos tradicionales de campesinos regían el uso de las tierras comunes. El uso compartido suele ser fortalecedor. Al pescar demasiados peces de un lago, se corre el riesgo de que se éste se agote, pero al tomar ideas de una base compartida, su poder se multiplica en lugar de reducirse. El resultado se parece, en cierto modo, a la música popular, en que se toman estructuras musicales de una tradición compartida sin detenerse a pensar a quién pertenecen.

Las implicaciones de Pensamos

Pensamos no se mueve en todas las áreas de la economía de la misma manera ni con igual velocidad, pero ya está transformando las profesiones que organizan y distribuyen la información. Los bibliotecarios enfrentan enormes cambios, ya que su tarea ya no es custodiar colecciones físicas de libros, sino guiar el acceso a una colección digital. El movimiento de las publicaciones especializadas académicas en Internet y la circulación de los manuscritos está acelerando la difusión de la información. El periodismo, la música, las publicaciones...cualquier actividad relacionada con el procesamiento de información cambiará rápida e inmediatamente; y eso representa, en términos generales, el 20% de la economía occidental.

“La innovación triunfa cuando las ideas pueden compartirse entre consumidores, desarrolladores y proveedores.”

Otro 50% de la economía está relacionado con empresas de “mediano impacto,” ámbito en el que Pensamos no actuará de manera uniforme. Estos son campos, como el de la minería, que aún utilizan algún componente importante tomado directamente de la era industrial, o industrias que utilizan poca información digitalizada, como las empresas de servicios. Incluso estas áreas llegarán a incorporar la propuesta de Pensamos de maneras sorprendentes.

“¿Quién podría estar en contra de una mayor comunicación y conversación, participación y colaboración, transparencia y libertad de expresión?”

En un sentido más general, los propietarios están distribuyendo “diseños de fuente abierta” para quienes disfrutan de hacer las cosas por sí mismos y desean modificar los productos masivos. Diversos científicos están trabajando en ambiciosos proyectos de unidades de fabricación móviles que podrían hacer cualquier cosa que se ajustara a los planes preestablecidos. Una versión, el “Fab Lab,” desarrollado por Neil Gershenfeld, de MIT, ya se encuentra en uso limitado. Algunas comunidades médicas están experimentando la posibilidad de involucrar más a los pacientes en sus propios cuidados, capacitando a las personas con condiciones crónicas para que realicen sus propios controles y compartan los resultados con sus equipos médicos, todo ello por vía electrónica.

“Si internet tiene una influencia positiva para la democracia en los países en desarrollo, también debería ser tenerla para detectar abusos de poder que impongan la desigualdad.”

En política, el incremento de la conectividad y la comunicación han tenido efectos variados. Algunos críticos dicen que la Web torna al mundo más caótico de lo que ya era. Si bien la mayoría de las personas que participan en política en los países democráticos pueden utilizar la Web, la atención que obtienen los “movimientos populistas fundamentalistas” en Internet es exagerada. Hasta los terroristas utilizan Internet para sus contactos. En términos generales, la Web ha contribuido a que dejaran de respetarse los órdenes jerárquicos. Pese a que los movimientos democráticos utilizan la Web de manera ética; por ejemplo, para organizarse para el bien común, aún no se ha logrado producir un debate más reflexivo, como lo esperaban sus defensores. En lugar de ello, la mayoría de las personas se conectan con otras que piensan como ellas.

“Una masa de contribuciones no conduce a nada, salvo que, juntas, creen algo ordenado y complejo.”

El aspecto positivo de Internet es que involucra a los jóvenes en los procesos políticos. En las Filipinas, las protestas de la ciudadanía se sirvieron de múltiples medios (Internet, teléfonos celulares) para compartir mensajes, hacer circular petitorios, organizar manifestaciones, difundir información y denunciar actos de corrupción. Muchos bloggers se mueven con más rapidez que los medios oficiales para identificar situaciones en que se pretende ocultar o distorsionar hechos. En resumen, la Web representa un beneficio para la democracia.

“Una idea se pone en marcha al compartirla.”

Internet puede tener ciertos efectos negativos sobre la igualdad, en tanto conecta a quienes ya están conectados, y así aumenta la influencia de los pocos que ya cuentan con ventajas sociales y económicas. En términos más sencillos, muchas de las ventajas de internet no sirven para satisfacer las necesidades de los pobres: la posibilidad de compartir música no soluciona el problema del hambre en el mundo. No obstante, tal como lo plantea Yochai Benkler en La riqueza de las redes, “información, conocimiento y cultura” son factores esenciales para el “bienestar humano.” La Web hace que sea posible compartir los avances científicos y las obras de referencia masivas (por ejemplo, Wikipedia) con los países emergentes.

“Uno no es solamente lo que tiene. También es lo que comparte. Ese debería ser nuestro credo para el próximo siglo.”

Los escépticos tienen motivos válidos para preocuparse por el impacto que internet puede tener sobre la libertad. La misma Web electrónica que le permite conectarse voluntariamente puede utilizarse en contra de una sociedad libre: la tecnología podría permitir que alguna persona hiciera un seguimiento de sus acciones o revelara sus secretos. En lugar de promover la colaboración, participar en una comunidad en internet podría crear un “pensamiento grupal,” por el cual todos siguieran al rebaño, y la creatividad individual cediera el paso al pensamiento derivado. Si bien estas inquietudes son genuinas, la conectividad electrónica, en última instancia, brinda mayor libertad en algunas áreas clave. Al ofrecer alternativas a los medios masivos, la Web brinda más posibilidades de pensar libremente, de responder a los medios o incluso de poner en marcha un medio propio con un bajo costo.

Sobre el autor

Charles Leadbeater escribió para Financial Times durante 10 años. También es autor de Living on Thin Air y Up the Down Escalator.