El curso del cambio
El mundo está viviendo una evolución económica, política y social dramática. Como siempre, los observadores y expertos educados intentan identificar las tendencias y patrones emergentes, pero los eventos futuros son imposibles de predecir. La peor crisis financiera en décadas ha causado serios daños a nivel global. Los mercados de vivienda están en ruinas, los bancos luchan por permanecer viables, el desempleo está desenfrenado, los precios siguen subiendo y el dinero cada vez compra menos. La gente ha perdido su sentido de seguridad. Las bases de la confianza se están erosionando. Las personas a menudo se vuelven introspectivas durante períodos de agitación extraordinaria. Algunas deciden entregarse de lleno, sacrificando la seguridad de los suburbios para rescatar a los niños explotados en la India o educar a jóvenes en naciones africanas. Pero la mayoría hace rápidamente a un lado las nociones o impulsos de responsabilidad social, eligiendo mantener sus estilos de vida tanto prósperos como confortables.
“La globalización no sólo es un concepto o ideología, es un fenómeno. Es parte de la extensión de la historia humana”.
¿Por qué hay personas que responden ante la ocasión y los retos humanitarios – ya sea de grandes o pequeñas maneras – mientras otras simplemente se encogen de hombros? ¿Qué es lo que le da un propósito a la vida en esta era de gran incertidumbre? ¿Cómo mantiene la gente la esperanza de un mejor futuro frente a tsunamis, terremotos, corrupción política, extremismo religioso y amenazas nucleares? ¿Qué papel juega la espiritualidad en la experiencia humana?
Globalización: Una tendencia permanente
La globalización no es un fenómeno nuevo. De hecho, hasta que el Imperio Británico alcanzó el dominio en 1815 – después del descenso de Francia bajo el mando de Napoleón Bonaparte – ningún país había ejercido una influencia global. En tiempos antiguos, los romanos y los chinos eran tremendamente poderosos, pero existieron independientemente y tuvieron muy poco contacto el uno con el otro. Los británicos mantuvieron su superioridad hasta 1817, cuando el Imperio Germano emergió. Para 1914, Alemania era el estado industrial más formidable del mundo. Al final de la Guerra Fría en 1989, Estados Unidos se convirtió en la segunda superpotencia única mundial, con fuerza política, económica y militar sin rival. Pero el dominio de Estados Unidos comenzó a disminuir unos 15 años después, cuando China flexionó sus músculos económicos y la popularidad de la democracia occidental disminuyó en muchos rincones del planeta.
“La transformación urbana del mundo es la consecuencia social, política y cultural más importante de la globalización”.
El impacto de la globalización también se manifiesta en el crecimiento urbano – las poblaciones de las ciudades crecen enormemente en comparación con 50 años atrás – y en el “intercambio cultural”. Los pianistas clásicos chinos tocan selecciones de compositores alemanes e italianos. En el 2009, una galería de arte británica expuso las obras de crecientes artistas musulmanes expresando su visión de la cultura árabe en el contexto de la existencia urbana contemporánea. Muchos editores traducen libros y obras de Asia, Sudamérica y África al inglés. Dichos intercambios culturales son consecuencia de la globalización económica. El “comercio conectado” crea una atmósfera donde los individuos de diversas culturas pueden intercambiar ideas.
Los horizontes se expanden
El término “globalización” se volvió popular alrededor de 1985, pero la gente se ha aventurado más allá de sus fronteras geográficas desde el comienzo de la civilización. En tiempos bíblicos, los fenicios, que tenían enormes embarcaciones capaces de transportar unas 400 toneladas de cargamento cada una, trajeron bienes de las costas europeas y africanas. Durante la Edad Media, los europeos llegaron a enormes lejanías para suministrar especias exóticas, como la nuez moscada y la canela. El crecimiento de la economía global explotó en el siglo XVI, cuando los exploradores españoles como Vasco Núñez de Balboa y Francisco Pizarro conquistaron territorios en el Nuevo Mundo y trajeron de vuelta enormes cantidades de oro y plata. La economía global moderna no se formó hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos abandonó su filosofía aislacionista y guió un movimiento para disminuir las barreras del intercambio que habían contenido efectivamente el comercio durante los últimos 100 años. La reforma tarifaria de Estado Unidos iniciada en 1947 relajó las restricciones comerciales en todo el mundo, finalmente llegando el acontecimiento comercial global más significativo desde 1990: el surgimiento de China y la India como actores financieros importantes.
“Puede que la Primera Guerra Mundial haya acabado en 1918; pero las luces del progreso, de la integración global y de la expansión económica permanecieron apagadas hasta por lo menos la década de 1950”.
El capitalismo, el consumismo y la tecnología han abierto las puertas de la oportunidad y la prosperidad a millones de personas. Pero la expansión económica crea preguntas relacionadas con la estabilidad del sistema empresarial libre, con los prospectos para individuos y países que no se pueden mantener al tanto, con la capacidad de recursos del planeta y con el efecto del progreso en los valores morales y responsabilidades de la sociedad.
Una coyuntura crítica
El desplome económico global que comenzó en el 2007 se ha vuelto la crisis más severa desde la Gran Depresión. Aunque la crisis tomó casi a todos por sorpresa, incluido al antiguo presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, las señales de que había problemas ya habían comenzado a aparecer en el horizonte en el 2005. El capitalismo ahora exige responsabilidad, ética y preocupación por el medio ambiente. Esto aún se encuentra en desarrollo, pero cuatro axiomas son innegables:
- El capitalismo reina – El mercado está lejos de ser perfecto, pero es mejor que cualquier otra alternativa. El capitalismo ha beneficiado a muchas más economías de las que ha dañado. No mire más allá de China y la India. Sin embargo, el futuro del capitalismo no se trata sólo de principios, variables y tendencias económicas.
- El cambio es permanente – Los principios económicos que funcionaban en el pasado han pasado a la historia. La sociedad no puede volver hacia atrás. Es imposible negar las realidades de la economía global. El enfoque debe ser fortalecer el mercado capital.
- Esté listo para participar – En una crisis, el mercado requiere una acción remedial fuerte. La gente no puede esperar a que el mercado corrija automáticamente los desequilibrios severos. Los líderes mundiales deben determinar cómo preservar la vitalidad del mercado mientras mantienen la vigilancia.
- El equilibrio está cambiando – El mundo oriental, no el occidental, se está volviendo el centro del poder económico. Los líderes deben reconocer la influencia de las economías emergentes y darles entrada.
Preguntas para su reflexión
En la carrera por acumular posesiones materiales, la raza humana ha perdido su brújula moral. La gente se da cuenta de que la prosperidad no asegura la felicidad. Por consiguiente, cualquier discusión sobre la vida en el siglo XXI debe incluir consideraciones éticas y de conducta. En efecto, en esta era de fluctuación económica y disturbios políticos, la gente reflexiona sobre problemas filosóficos fundamentales. Se preguntan, ¿están las personas obligadas moralmente a contribuir al bienestar general de la sociedad? ¿Son responsables de cómo dejarán el mundo para las generaciones futuras?
“¿Cómo, en este mundo individualizado, podemos preservar un sentido de obligación? ¿Qué les estamos enseñando a nuestros hijos?
El consumismo ha generado legiones de compradores cuya hambre por el estatus los hace preocuparse más “por el precio que por el valor”. Y aún así, la gente entiende instintivamente que el costo no refleja con precisión el valor real. Los hombres y las mujeres reconocen que sus familiares y amigos son más importantes que las posesiones, pero los tiempos inciertos y las condiciones del mundo han creado un egoísmo que compromete al interés por un bien mayor. A pesar de contar con tecnología avanzada que ha fomentado una habilidad sin precedentes para comunicarse, la sociedad, en diversas maneras, ha perdido su sentido de comunidad. Globalmente, el puente que divide los “que tienen” y los “que no tienen” continúa siendo formidable. En teoría, el mundo tiene recursos suficientes para erradicar la pobreza, pero la corrupción y la disensión política prometen dificultar la solución durante varias décadas por venir.
“Sabemos con seguridad que tropezaremos, pero que el remordimiento es siempre una opción; la expiación y la renovación son siempre posibles”.
¿Y qué hay de la obligación social de proteger los recursos del planeta y proporcionar un medio ambiente seguro? El calentamiento global, aunque controversial, es una preocupación importante para muchos expertos. La contaminación es un problema para numerosos países emergentes, y la gran cantidad de gases de efecto invernadero es innegable.
Los negocios deben asumir responsabilidad
Los problemas globales no tienen soluciones fáciles. Aún así, es evidente que los negocios deben jugar un papel significativo y aceptar su “responsabilidad social”. No hay que dejar a un lado sus motivos lucrativos para dedicarse a otras metas, especialmente a las causas sociales. Adherirse a estas pautas asegurará una contribución de su organización a la sociedad:
- Practique la sustentabilidad – Las organizaciones deben tratar de maximizar los retornos y mantener la confianza de los inversionistas a medida que establecen objetivos realistas y prácticas competitivas sensatas.
- Comprométase – Mejorar el servicio al cliente es un principio fundamental, pero los negocios hoy en día también deben invertir en sus comunidades y asuntos ambientales. Las compañías no pueden darse el lujo de ser miembros pasivos de la sociedad.
- Involucre a su fuerza laboral – El compromiso de la comunidad vigoriza a sus empleados y aumenta su sentido de valor. Priorice proyectos que estén fuera del área de trabajo. Sea creativo e innovador.
“Si queremos ver la vida como más que sólo ‘una maldita cosa tras otra’, tenemos que comenzar por ver que somos parte de lo que la hace ser lo que es”.
Los escándalos corporativos y el colapso de varias instituciones financieras han dañado severamente la confianza pública, dándoles a las compañías la responsabilidad de operar en el presente con integridad y sinceridad inquebrantables. Obtener ganancias como única motivación ya no es una práctica de negocios aceptable. El público espera que las empresas sean sensibles hacia los problemas sociales en general y que respondan adecuadamente.
El camino individual para la realización
Nadie alcanza su realización solamente mediante la riqueza o el poder. Mucha gente se pasa años acumulando posesiones o subiendo la escalera corporativa sólo para descubrir que sus vidas carecen de un propósito. Aún aquellos con un sólido entendimiento de la realidad y sin falsas esperanzas de grandeza, a menudo buscan significado dentro de la lucha corporativa diaria. Dicha realización está a su alcance si sigue estos principios rectores:
- Practique la integridad – La importancia de la honestidad trasciende las fronteras culturales. La gente puede argumentar sobre asuntos como el aborto o la pena de muerte, pero todos están de acuerdo en el papel que juega la integridad en los negocios.
- Trate bien a la gente – Enmarque sus relaciones en la decencia y la amabilidad. Manipular o abusar de otros nunca funciona a largo plazo.
- Tenga una ambición saludable – El deseo de lograr es loable, siempre y cuando no lo guíe el egoísmo. Tenga en mente el bien común en todo momento.
- Busque el balance – Reconozca la importancia del trabajo, la diversión y las relaciones interpersonales, y dedique tiempo suficiente a cada uno.
- Sea una luz que guía – El liderazgo personal significa tomar sus responsabilidades en serio, inspirar a los demás y fomentar la camaradería.
- Encuentre su propósito – Cada persona necesita determinar el alcance de su contribución a la humanidad. Si la auto-examinación revela que sus búsquedas diarias carecen de valor, entonces aparece una pregunta mayor: “¿Por qué exactamente estoy haciendo lo que hago?”
Un mensaje de esperanza
Aunque es sumamente importante, ninguna cantidad de auto-realización puede ofrecer todas las respuestas. La vida es complicada e incierta. Es trágica y emocionante. A pesar de las nobles intenciones individuales, los errores y las decepciones son inevitables, pero aún así la esperanza y el optimismo siempre permanecen al alcance. El espíritu humano ha prevalecido a través del paso del tiempo. Las civilizaciones poderosas se levantan y caen. Los héroes y los villanos comparten el mismo escenario. La guerra, las plagas y la hambruna han cobrado incontables víctimas. Grandes sociedades han ignorado las lecciones de la historia y han implosionado. Pero usted puede mejorar su sociedad. Mañana es un nuevo día y las posibilidades son infinitas.