Cuentos transformacionales
¿Recuerda el cuento del patito feo que se convierte en un hermoso cisne? ¿O la rana que se convierte en un apuesto príncipe? ¿O la sirvienta que mágicamente se convierte en una adorable princesa? Estos cuentos y muchos más sugieren que el cambio se ha valido de contar cuentos desde el principio de la humanidad. De hecho, muchos cuentos clásicos son sobre el cambio. Desde los días en los que las tradiciones orales se pasaban de unos a otros alrededor de una fogata, contar cuentos ha ayudado a las personas a manejar el torbellino del cambio. En la actualidad, esta actividad sigue siendo vigorizante. Las historias pueden ayudar a moldear el futuro de manera positiva y optimista, dar esperanza, ofrecer un enfoque común al cambio y presentar ejemplos morales. Los cuentos pueden alentar a las personas a hablar de sus sueños y preocupaciones. Si utiliza cuentos para presentar material en sus programas de capacitación, la gente retendrá la información durante más tiempo. Los cuentos estimulan la curiosidad y ofrecen grandes metáforas para la transición. Considere:
- “Érase una vez” – Es el statu quo antes de la transición.
- “Entonces un día” – Trastorno del statu quo; se encuentra un problema.
- “Debido a eso” – Se adopta un nuevo enfoque.
- “Por fin un día” – El clímax. Los personajes se enfrentan con el cambio.
- “Fueron felices para siempre” – Los personajes mismos están cambiados y han crecido.
- “...y la moraleja del cuento es” – La organización puede reflexionar sobre lo que sucedió y responder de manera diferente en el futuro.
“Cómo afrontar el cambio”
Estos cuentos resaltan la realidad de que el cambio es inevitable. Usan figuras históricas y personajes de animales para explicar que considerar las cosas como buenas o malas es sólo cuestión de percepción – que podría cambiar.
- La quema de naves – En 1519, Hernán Cortés zarpó con 500 soldados para conquistar la capital azteca, Tenochtitlán. En cuanto pisó tierra, Cortés escuchó rumores entre sus soldados de que algunos querían regresar a la hospitalaria Cuba, en vez de enfrentarse con lo que ya sabían que los esperaba – una caminata de 200 millas a través de junglas y pantanos, seguida por un ataque en una ciudad-fortaleza rodeada de agua. Cortés ordenó inmediatamente quemar sus naves. Cuando los hombres vieron sus barcos convertirse en cenizas, supieron que tenían dos opciones: luchar o morir. Los soldados marcharon a Tenochtitlán y la conquistaron. Hoy se conoce como la Ciudad de México. Moraleja: A veces las personas sólo están dispuestas a seguir adelante cuando no pueden regresar.
- Los dos osos y la hora de cambiar – Dos osos vivían en un bosque. Al más joven le gustaba jugar, y el más viejo pasaba el invierno hibernando. “Despierta, despierta viejo oso”, dijo el joven. “Vete de aquí, pequeño oso, y déjame dormir”, dijo el viejo. “¿Pero cuándo será hora de levantarse?”, preguntó el joven. “Cuando llegue la primavera”, respondió el viejo. El oso joven pintó un gran sol en el techo de la cueva. “¡Despierta, viejo oso!”, gritó el más joven. “Mira, el sol brilla y ya llegó la primavera. “Vete de aquí pequeño oso y déjame dormir. Sé que estás tratando de engañarme”. El oso joven esparció migas de pan en la entrada de la cueva; pronto un gran grupo de pájaros estaba picoteando el suelo y cantando intensamente. “Despierta, despierta viejo oso”, dijo el joven. “Los pájaros cantan y ya llegó la primavera”. El viejo oso no se dejó engañar. Al darse cuenta de que no lograría que el viejo jugara con él, se adentró en el bosque. Al escuchar sonidos distantes de hombres, perros y rifles que disparaban, corrió de regreso a la cueva. “¡Por favor, viejo oso, despierta!” gritó. “¡Los cazadores se acercan!” Con sorprendente rapidez, el gran viejo se puso de pie y corrió a la entrada. “Muy bien pequeño oso”, dijo. “Ahora sé que realmente ya llegó la primavera”. Moraleja: A veces el cambio no es una opción. Cuando se dé cuenta de que no tiene alternativa, será más probable que cambie.
- “El anillo del Rey Salomón” – Salomón, considerado el hombre más sabio que jamás haya existido, fue rey de Israel en el siglo X A.C. Un día reunió a sus consejeros. “Háganme un anillo que tenga una inscripción especial que cambie mi estado de ánimo”, dijo. “Si estoy triste, miraré el anillo y leeré la inscripción que me hará feliz. Sin embargo, si estoy contento, la misma me pondrá triste”. Los asesores del rey meditaron sobre el problema durante muchos días. Finalmente, develaron el anillo. La inscripción decía: “Esto también pasará”. Moraleja: El cambio es la única constante. No se obsesione demasiado con el estado actual de sus asuntos. Pronto, eso también cambiará.
“Cómo ser creativo”
Estos cuentos muestran cómo replantear un problema y verlo desde una perspectiva más positiva. Empiece por aprovechar sus habilidades creativas y contar cuentos como éstos:
- La mejor educación – Hace muchos años, un hombre terminó la escuela sin haber aprendido a leer ni escribir. Quería una posición de conserje, pero no fue capaz de llenar la solicitud completa y lo rechazaron. Puso un puesto en el mercado de la plaza del pueblo, donde vendía flores y plantas. Los años pasaron y fue muy exitoso, con puestos en varios mercados en todo el país. Uno de sus muchos empleados le sugirió escribir un libro sobre el éxito de su negocio. El hombre confesó que nunca había aprendido a leer ni escribir. “Pero sólo piense”, exclamó el empleado, “¿qué hubiera podido hacer si supiera leer? “Oh, eso es fácil”, dijo el hombre. “Hubiera sido conserje”. Moraleja: La creatividad no depende de la educación. Nunca sabe a dónde lo llevará un obstáculo aparente.
- La gorra de Kennedy – John F. Kennedy acostumbraba contar un cuento de su abuelo, que de niño se preguntaba qué estaba del otro lado de una barda. Pasaba todos los días de vuelta del trabajo al lado de bardas de piedra de más de 3 metros de altura. Quería subirse, pero tenía miedo de caerse. Un día, aventó la gorra por arriba de la barda. Luego se trepó. Sabía que cualquier consecuencia de esa exploración sería mejor que el castigo que recibiría en casa por perder la gorra. La alternativa lo ayudó a superar el miedo. Moraleja: Cualquier experiencia tiene un elemento inevitable de riesgo.
- El astrónomo distraído – A un astrónomo le gustaba pasear por las calles viendo el maravilloso cielo estrellado. Una noche, mientras caminaba viendo el cielo nocturno, cayó en un hoyo profundo. Empezó a gritar y finalmente un vecino lo escuchó y lo ayudó a salir. “Si es tan curioso para ver lo que hay en el cielo, ¿cómo es posible que no pueda ver lo que hay en la tierra?” Moraleja: Mire al cielo, pero conserve los pies en la tierra.
“Líderes y equipos”
Cuando la gente experimenta un cambio rápido, busca orientación y estabilidad en los líderes.
- ¿Infierno en la tierra? – Un contador fue atropellado por un camión y murió. San Pedro lo encontró en las puertas del cielo y le ofreció la oportunidad de experimentar el infierno y el cielo y decidir dónde pasar la eternidad. El contador bajó al infierno. Pasó el día en un maravilloso campo de golf, disfrutó de excelente filete y langosta, y se enteró de que todos sus amigos estaban ahí. Al día siguiente, pasó todo el día en el cielo. Los ángeles le enseñaron a volar y a tocar el arpa, y la comida y la bebida fueron maravillosas. Al final del día, San Pedro le pidió que decidiera. “Bueno”, dijo el contador, “disfruté ambos, pero mis amigos están todos en el otro sitio. Me iré para allá”. Cuando llegó abajo, en vez de un hermoso campo de golf, se encontró de pie en un desolado páramo lleno de basura. “Pero, no entiendo”, dijo el contador. “Ayer este lugar era maravilloso. “Ah”, asintió el diablo, “es verdad, pero ayer te estábamos contratando ... y hoy eres parte del personal. Moraleja: Vea más allá de las apariencias. Tome decisiones creíbles. Sea cauteloso con los valores que proyecta.
- El mago maravilloso – Había una vez un mago maravilloso que se desvivía por cuidar a sus duendes. Los alimentaba, vestía y protegía. Un día los duendes encontraron una nota al despertar: “Me fui”. Al principio pensaron que podían morir, pero gradualmente se envalentonaron. Encontraron bayas que el mago usaba en sus pociones y se las comieron. Encontraron unas hierbas conocidas e hicieron una ensalada. “¿Para qué se necesita al mago”? empezaron a preguntarse al volver a casa de un viaje al bosque en busca de alimentos. De repente, les salió al encuentro un gigante y empezó a perseguirlos. Corrieron a casa gritando “¡Necesitamos al mago! ¡Necesitamos al mago!” Por suerte, el mago había terminado su mandado y estaba ahí cuando los duendes corrieron como locos hacia él, suplicando su protección. Con un movimiento de la varita mágica, el gigante desapareció en una nube de humo. Los duendes nunca habían estado tan contentos de ver al mago. Moraleja: No haga que sus subordinados dependan en extremo de usted y tenga cuidado de “no matar a su equipo con demasiada bondad”.
“Cómo afrontar el estrés”
Una razón por la que la gente se cuenta historias es para afrontar el estrés. Sufrir un cambio considerable a menudo genera ansiedad, pero los investigadores han visto que escuchar cuentos la reduce físicamente porque baja el nivel de cortisol, la hormona del estrés. Tal vez todos los papás y mamás que han contado cuentos antes de dormir, durante siglos, saben que ayudan a la gente a tranquilizarse. Intente éstos:
- Mejor con mantequilla – Dos ranas cayeron en una cubeta de crema. Una veía la situación perdida. Se dio por vencida, se hundió y se ahogó. La otra eligió luchar. Pateó una y otra vez, y batió la crema mientras trataba de escapar. Poco a poco, la crema se espesó. Pronto se convirtió en mantequilla y la rana pudo impulsarse y brincar a lo seguro. Moraleja: Una vez comprometido, sea persistente. No se rinda.
- “El roble y los carrizos” – Un enorme roble crecía en medio de la pradera que había dominado durante 100 años. Un día un gran viento lo derribó. Cayó a la orilla de un riachuelo cuyos bordes estaban llenos de carrizos. “¿Cómo es que ustedes aún están de pie y yo, el gran roble, he caído? “Porque eres mucho más fuerte que nosotros”, dijeron. “Cuando peleaste contra el viento, nosotros cedimos, nos doblamos y torcimos con cada soplido de aire. Y así escapamos del daño”. Moraleja: Es mejor rendirse al cambio que resistirse a él.
“Inteligencia emocional”
En su libro que marcó un hito, Working with Emotional Intelligence, Daniel Goleman describe la gran división entre cognición y emoción. Explica la inteligencia emocional como la capacidad de entender y manejar los sentimientos, y ser perspicaz sobre las motivaciones. Esta misma inteligencia permite tener empatía con otros. El libro de Goleman incluye esta historia:
- Respuestas superiores – Un domingo de Super Bowl, un vuelo de Nueva York a Detroit se retrasó casi dos horas. La tensión entre los pasajeros era palpable. Al llegar, una puerta ocasionó mayor retraso. Los pasajeros empezaron a agolparse en el pasillo antes de tiempo. Una auxiliar de vuelos corrió al intercomunicador. ¿Cómo controlar a los frustrados pasajeros? Decidió no reprenderlos con las normas federales. Actuó como una maestra de preescolar que habla a niños adorables. “¡Están de pieeeee!” dijo riendo. Espontáneamente, todos se rieron. Regresaron a sus asientos sin decir palabra y pronto salieron del avión de mejor humor de lo que nadie se hubiera imaginado. Moraleja: Desarrollar su “competencia emocional” puede ayudarlo a interpretar una situación y a encontrar una respuesta creativa.